Diferencias entre asperger y autismo

Qué significa asperger

Asperger es un trastorno del desarrollo que pertenece al grupo de los Trastornos Generales del Desarrollo (TGD). Está caracterizado por la presencia de dificultades significativas para la interacción social, intereses y actividades restringidas e intensas y patrones de comportamiento, lenguaje o pensamiento estereotipados. Las personas con el trastorno tienen entre sus principales dificultades la comunicación no verbal, así como problemas para interpretar situaciones o emociones ajenas. El nivel cognitivo suele ser normal en muchos casos, aunque pueden presentar alguna discapacidad intelectual leve en otros. Los síntomas son variables dependiendo de cada individuo; sin embargo, los síntomas más usualmente observados son las dificultades relacionales con otros niños/adultos debido a su falta de habilidades sociales adecuadas, interés limitado por temas externos al propio mundo particular y falta generalizada de flexibilidad mental.

Qué significa autismo

El autismo es un trastorno del desarrollo neurológico que afecta la forma en que un individuo se comunica, interacciona y comprende el mundo que lo rodea. Estas personas pueden experimentar problemas para entender y responder a los estímulos sociales, así como dificultades para procesar información sensorial. En muchos casos, suelen presentarse comportamientos repetitivos o intereses limitados. Los niños con autismo también pueden presentar retraso en el habla y retardo mental leve. Las diferentes manifestaciones de este trastorno son muy variadas e individualizadas ya que dependen del contexto sociocultural, las características particulares de cada persona y su nivel de desarrollo previo antes de manifestarse el autismo.

Similitudes entre asperger y autismo

El Asperger y el autismo son trastornos del desarrollo que comparten muchas similitudes. Ambos afectan la forma en que un individuo se comunica, interacciona con los demás y se ocupa de sus actividades cotidianas. Los dos tienen síntomas similares, como dificultad para establecer contacto visual, problemas al iniciar o mantener conversaciones e incapacidad para entender los lenguajes no verbales (como las expresiones faciales). Además, ambos pueden sufrir problemas de atención y hiperactividad. El Asperger es considerado un subtipo dentro del autismo; generalmente presenta menores discapacidades intelectuales y habilidades sociales más fuertemente conservadas que otros tipos de autismo.

Diferencias entre asperger y autismo

Asperger es un tipo de autismo, y se caracteriza por tener trastornos del desarrollo neurológico. Las personas con Asperger presentan dificultades para interactuar socialmente, comunicarse adecuadamente e interpretar la información de manera correcta; sin embargo, su lenguaje verbal se desarrolla normalmente. Autismo, más generalmente, incluye el funcionamiento inusual en todas las áreas del desarrollo: habilidades lingüísticas, conductuales y sociales. Las personas con autismo pueden tener problemas a nivel cognitivo o intelectual que varían entre los individuos; algunos tienen retrasos significativos en el habla y otros no lo hacen. En resumen, la principal diferencia entre Asperger y Autismo es que el primero implica solo un aspecto particular del desempeño anormal -el comportamiento relacionado con las interacciones sociales- mientras que el segundo abarca todas las áreas de comportamiento relacionadas con el desempeño anormal.

Preguntas frecuentes

¿Qué es el autismo y porque da?

El autismo es un trastorno del desarrollo que afecta la interacción social y el comportamiento. Los síntomas varían de leve a grave y pueden incluir hablar tarde, dificultad para hacer amigos, retraimiento social, problemas con la comunicación verbal y no verbal, hiperactividad o inquietud excesiva e intereses limitados o conductas repetitivas. La causa exacta del autismo todavía se está investigando, pero hay muchas teorías sobre los factores genéticos subyacentes.

¿Cuáles son los síntomas de una persona con autismo?

Los síntomas del autismo varían de persona a persona, pero pueden incluir dificultades para comunicarse y relacionarse con los demás, juego repetitivo o limitado, comportamientos rutinarios y estereotipados, problemas al hablar o usar lenguaje abstracto adecuadamente. Algunas personas también pueden presentar dificultades sensoriales; por ejemplo, sentirse sobresaltadas ante cualquier tipo de ruido fuerte.